Almas Gemelas

Ángel Leónidas Araujo Chiriboga

Me obligaste a quererte por que no comprendiste
que había de cansarnos la aridez del camino
y así me condenaste a vivir siempre triste
como si fuera huyendo de mi propio destino

Mas la vida sonámbula con su ferviente loca
y el remolino trágico nos ofreció un nido
y en tanto que mi sangre salpicaba tu boca
el carbón de tus ojos rubricaba tu olvido

Después cuando en tus labios mi nombre agonizaba
se apago en tus pupilas la luz de tu pasión
y mientras ibas tránsfugas por otra encrucijada
yo a solas en la senda busque mi corazón

Y aun cuando en mis tristezas de tus recuerdos huyas
y aun cuando tu imagen es tan humana y fría
se queda arrastrando un alma que no es tuya
porque también yo llevo un alma que no es mía